miércoles, 15 de abril de 2009
NUEVA ORDENANZA PARA ANIMALES EN GIRONA
FERRAN COSCULLUELA
GIRONA
Gandhi decía que se puede juzgar a una civilización por la forma en que trata a sus animales. El pacifista hindú seguramente se sentiría un poco más cerca de los vecinos de Girona si supiera que su ayuntamiento aprobó anoche una ordenanza que obliga a los propietarios de perros a sacarlos a pasear un mínimo de 20 minutos, si están la mayor parte del día atados o en espacios reducidos, y no dejar a los animales molestos en patios y balcones durante la noche. La normativa es aún más protectora con los cachorros y prohíbe mantenerlos más de dos horas atados o en pequeños espacios. Los infractores pueden ser multados hasta con 400 euros.
El concejal de Medi Ambient, Enric Pardo (IC-V), explicó ayer que era necesario actualizar la antigua ordenanza municipal (que databa de 1996) para introducir mejoras y poder solucionar algunos problemas de convivencia. "Hemos encontrado casos de perros a los que no se saca a pasear en toda la jornada. Animales que se quedan encerrados durante días, y otros a los que no se les pone comida y agua. La única manera que tiene el animal para llamar la atención es ladrando día y noche, lo que acaba generando un conflicto vecinal", explicó el concejal.
Hasta ahora, el consistorio solo podía mediar a través de una conversación con el propietario. Pero con la nueva ordenanza podrá aplicar sanciones si es necesario, porque esos supuestos ya estarán contemplados en la normativa. Para evitar ese tipo de conflictos, también se ha prohibido explícitamente dejar en patios, terrazas, galerías y balcones animales domésticos desde las 10 de la noche a las 8 de la mañana, si perturban el descanso de los vecinos.
EXCREMENTOS
"Eso no quiere decir que a partir de ahora vayamos a ir casa por casa vigilando cómo se trata a los animales, sino que, en caso de un conflicto vecinal, podremos intervenir de una forma objetiva y, si conviene, podremos sancionar al propietario", insistió Enric Pardo.
La normativa también prevé un incremento de las sanciones para comportamientos incívicos. La multa por no recoger las defecaciones de las mascotas ha pasado de 30 euros a una sanción de 300 euros. El ayuntamiento también exigirá un certificado de aptitud a los propietarios de perros potencialmente peligrosos.
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