jueves, 30 de abril de 2009
Los gansos silvestres crían en Barcelona por primera vez
La familia de ánsares comunes, con sus pollos recién nacidos, en el parque de la Ciutadella, ayer. Foto: JOAN CORTADELLAS
# • Tres adultos con cuatro pollos se han instalado en la cascada de la Ciutadella
# • Son descendientes en libertad de un grupo que fue soltado en el 2006 en Diagonal Mar
ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA
Unos gansos o ánsares comunes, imponentes anátidas que pueden pesar hasta cinco kilos, han elegido la fuente de las cascadas de la Ciutadella para asentarse y reproducirse, un hecho excepcional para una ciudad como Barcelona en la que, a lo sumo, es posible observar algún ejemplar en invierno. Aunque los gansos han llegado por sus propios medios, sin ayuda del hombre, lo más seguro es que sean descendientes de una población controlada que el ayuntamiento liberó en el año 2006 en el estanque de Diagonal Mar, según comenta Ricardo Ramos, un ornitólogo aficionado que les ha seguido los pasos durante los últimos meses.
Quien se acerque a la gran fuente de la Ciutadella observará sin dificultades cómo una pareja adulta nada en compañía de cuatro polluelos mientras otro macho toma el sol en un lugar más elevado. Los ánsares son bastante frecuentes en Europa, pues se estiman 160.000 parejas reproductoras en Islandia, Suecia, Noruega y otros países del norte, pero en España son exclusivamente invernantes, es decir, solo vienen a pasar los meses fríos y no se quedan a criar. Artur Degollada, responsable de la consultora Ecoima, encargada de las liberaciones del 2006, asume que la reproducción ha sido un éxito, pero estima que se ha de hacer todo lo posible para evitar que estos animales exóticos invadan los espacios naturales cercanos a la ciudad.
ENCARGO MUNICIPAL
Todo empezó en el 2006, cuando Ecoima, por encargo municipal, liberó dos grupos de gansos en los estanques de la Pegaso y Diagonal Mar. Se trataba de animales criados en cautividad sin capacidad para volar, pero totalmente reproductores. Así que, pese a los problemas derivados de la gripe aviaria, que forzó la recogida temporal de los animales, y luego de la sequía, que vació durante meses los estanques barceloneses, tres parejas de Diagonal Mar acabaron criando.
Lógicamente, los pollos de segunda generación ya no tenían en las alas ningún impedimento para volar. Solo era necesario que crecieran. Y llegó el momento. "A partir del pasado verano ya era posible verlos en formación por el litoral de Poblenou", relata Ramos. "Los animales que están en la Ciutadella son 3 de los 10 que había en Diagonal Mar en invierno", insiste con seguridad.
De los 12 gansos liberados por Ecoima en el 2006 en Barcelona ya solo quedan tres, pero en cambio este año ha habido descendencia tanto en Diagonal Mar como en la Ciutadella. Los gansos no son las únicas anátidas que, tras el impulso municipal, han seguido reproduciéndose en libertad. "Tenemos patos colorados y porrones comunes --insiste Degollada--. Se han adaptado bien a la ciudad". En cualquier caso, los gansos son palabras mayores: cuando extienden las alas, su envergadura alcanza el metro y medio.
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