jueves, 17 de abril de 2008

LA ÚLTIMA CENA



Este cuento se lo han enviado a mi humana, os lo cuelgo aquí para que lo podaís leer.

La Última Cena

A Leonardo Da Vinci le llevó siete años completar su famosa obra titulada "La Ultima Cena". Las figuras que representan a los 12 apóstoles y a Jesús fueron tomadas de personas reales.

La persona que sería el modelo para ser Cristo fue la primera en ser seleccionada. Cuando se supo que Da Vinci pintaría esta obra, cientos de jóvenes se presentaron ante Da Vinci para ser seleccionados. Da Vinci buscaba un rostro que mostrara una personalidad inocente, pacífica y a la vez bella. Buscaba un rostro libre de las cicatrices y los rasgos duros que deja la vida intranquila del pecado.

Finalmente, después de algunos meses de búsqueda seleccionó a un joven de 19 años de edad como su modelo para pintar la figura de Jesús. Por 6 meses Leonardo da Vinci trabajo para lograr pintar al personaje principal de esta magnánima obra. Durante los 6 siguientes años, Da Vinci continuo su obra buscando a las personas que representarían a 11 apóstoles; dejando para el final a aquel que representaría a Judas, el apóstol que traicionó a Cristo por 30 monedas de plata (lo que ahora equivale a alrededor de 17 dólares).

Por semanas estuvo Da Vinci buscando a un hombre con una expresión dura y fría. Un rostro marcado por cicatrices de avaricia, decepción, traición, hipocresía y crimen. Un rostro que identificaría a una persona que sin duda alguna traicionaría a su mejor amigo. Después de muchos fallidos intentos en la búsqueda de este modelo llego a los oídos de Leonardo Da Vinci que existía un hombre con estas características en el calabozo de Roma.

Este hombre estaba sentenciado a muerte por haber llevado una vida de robo y asesinatos. Da Vinci viajó a Roma en cuanto supo esto. Este hombre fue llevado a la vista de Da Vinci a la luz del sol.

Leonardo Da Vinci vio ante el a un hombre sin vida; un hombre cuyo maltratado cabello largo caía sobre su rostro escondiendo dos ojos llenos de rencor, odio y ruina. Al fin Leonardo Da Vinci había encontrado a quien modelaría a Judas en su obra.

Por medio de un permiso del rey, este prisionero fue trasladado a Milán al estudio de Leonardo Da Vinci. Por varios meses este hombre se sentó silenciosamente frente a Da Vinci mientras el artista continuaba con la ardua tarea de plasmar en su obra al personaje que había traicionado a Jesús.

Cuando Leonardo dio el ultimo trazo a su obra se volvió a los guardias del prisionero y les dio la orden de que se lo llevaran. Mientras salían del recinto de Da Vinci el prisionero se soltó y corrió hacia Da Vinci gritándole:

"Da Vinci!! Obsérvame!! No reconoces quien soy?!"

Leonardo Da Vinci lo estudió cuidadosamente y le respondió: "Nunca te había visto en mi vida, hasta aquella tarde fuera del calabozo de Roma."

El prisionero levantó sus ojos al cielo, cayó de rodillas al suelo y gritó desesperadamente: "Oh DIOS!!! Tan bajo he caído?!"

Después volvió nuevamente su rostro al artista y le gritó:

"Maestro!!
"Mírame nuevamente pues... yo soy aquel joven cuyo rostro escogiste para representar a Cristo hace siete años!!!".

No hay comentarios: